martes, 17 de junio de 2008

Eye on the brain, ear on the heart. (1)

Despertó a las 6.30 de la mañana.
Se sacudió brevemente mientras su cerebro cambió bruscamente el mundo al frente suyo.
Sintió cómo la belleza increible, los sentimientos y emociones más verdaderos se desvanecían desde el sueño, dando lugar a una cruda y silenciosa mañana de invierno.
Abrió los ojos mientras pensaba en la hora, trataba de ordenar las palabras en su mente y reorganizaba conceptos.
Bostezó larga e ininterrumpidamente, estirandose tan largo como le daban sus 190 cm de alto.
Reunió las fuerzas necesarias para sentarse en la cama.
Una vez sentado, murmuró para si mismo nombres y frases a medias, vestigios de sus sueños, tratando de mantenerlas en la mente para que no se le olvidaran despues sus propios mundos imposibles.

Se levantó trabajosamente, caminó hacia el baño y cerró la puerta.
Observó la toalla botada en el suelo.
"Pendejo culiao" pensó, mientras se imaginaba a su hermano, un poco más adelantado que él en horario, sacando su toalla del colgador, botando la de atrás y dejandola en el suelo.
Trató de pensar en el egoismo de la gente que no se da un segundo para arreglar las cosas por los demás, pero de pronto se sintió incomodo al respecto y algo patudo, así que dejó de pensar en eso y se desvistió.

Pisó la ducha a pie pelado.
Sintió el frio recorriendole la espina dorsal, y de pronto se le vinieron mil significados de la palabra "escalofrío" a la cabeza: serie de televisión, sensación electrica producida por el frío o por los nervios...
Le llegó, de pronto, un recuerdo sobre la primera vez que sintío eso; pero un extraño mecanismo de seguridad en su corazón se activó y de pronto dejó de verlo en su mente, aunque intentaba hacerlo; intentaba recordar un rostro en especial pero le costaba.
"Será la hora" pensó.

Prendió la ducha, se mojó el cuerpo y sintió otro escalofrío.
Trató de no pensar en eso.
Pensó en por qué no quería pensar en eso.
Recordó que había algo que intentaba recordar.
Recordó que era un rostro.
Recordo qué rostro era y de quién.
La recordó.
Recordó una ocasión en que jugaban a tocar el cielo con los pies desde un mundo que solo les pertenecía a ellos.

Escuchó ruidos en la pared.
Tres veces.
Toc-toc-toc.
Recordó qu el país está en una crisis energética y que el agua también escasea, a pesar de las últimas lluvias.
Recordó la lluvia.
Recordó que una vez llovia y veía llover desde el sillón.
Recordó la misa de un amigo.

Toc-toc-toc.

Cortó la ducha, se sentó en la tapa del inodoro y comenzó a secarse.
Se preguntó por qué la tapa del inodoro estaba tan bien adornada y luego recordó que su madre vivía obsesionada con una casa de revistas de decoración.
Se imaginó a si mismo como una pieza inerte de decoración, sentado en una silla de una casa en una portada de "Vivienda y Decoración".
Recordó que su madre tenía muchas de esas revistas en un canastillo de madera en su propio baño.
Se imaginó a si mismo sentado en el baño de su madre viendose a si mismo sentado en una silla de una casa de una portada de "Vivienda y Decoración", y no pudo evitar sonreir.

Notó que sonreía.
Notó que no era la primera vez en el día que sonreía.
Notó que había sonreido en la ducha mientras recordaba algún mundo con cielo y pies.
Recordó un mundo con cielo y pies.
Sonrió.

Se levantó, ya seco, se vistió y salió del baño.
Comenzó a bajar la escalera.
Imaginó que cada escalón emitía una nota musical distinta cuando los pisaba.
Recordó que en clases habían pasado algo parecido.
Recordó que esa escalera de su recuerdo llevaba a un cementerio, y no pudo evitar deprimirse un poco.

Sacó un plato hondo que simulaba una semi-esfera, y recordó a los chinos.
Recordó a Ranma.
Recordó parte de su niñez.
Recordó que Ranma se convertía en mujer y se imaginó cómo sería tener tetas, pero no pudo evitar sentirse incomodo y dejó de pensar en eso.

Se sirvió cereales de fibra con forma de pequeños saquitos de arena pero dulces, y muchisima leche entera.
Notó la cara de don Quaker en la carátula de la caja y no pudo evitar sonreir ante la cara de marica del caballero.
Luego creyó escuchar al viejo decirle "hey, ¡come mi cereal! ayuda al transito intestinal", pero descubrió que esto era producto de su imaginación, y al razonar al respecto, se dio cuenta de que su intestino aún no necesitaba cuidado, así que ignoró al caballero y tomó una cuchara.
Comió los cereales y tragó la leche, pensando en toda la crema y grasa que entraba por su garganta.
Se sintió complacido.

De vuelta en su pieza, aplicó desodorante.
El olor súbitamente le trajo a la mente una frase.
"Hueles a Nico"
"Eso es bueno o es malo?"
...
"No es ni bueno ni malo. Hueles a Nico no más"
Sintió que no era el único que recordaba con olores y se sintió acompañado.
Luego recordó que todo eso ya había pasado y volvió a sentirse solo.
Pensó en la esperanza.
Pensó que tener esperanzas al respecto era pensar que buscaba tener algún bien para sí mismo.
Se sintió miserable por tener esperanza.
Sintió que era egoísta y mezquino.
Recordó a Fito Paez, fumando el humo al lado del camino.
Recordó la troncal 309.
Recordó pasar por recoleta.
Recordó a los vendedores de helados.
Recordó la pirámide.
Recordó...
Recordó...
Recordó...
Recordó...
Recordó...
Recordó...
...

Entró al baño a lavarse los dientes.
Sus labios se secaron producto de las "particulas de limpieza" de su novedosa, futurista, cromada y espacial pasta de dientes, y luego se preguntó a si mismo por qué demonios las marcas de pasta de dientes insisten en inventar excusas seudo-científicas para vender ese derivado de petroleo que nos limpia los dientes, si lavarselos con jabón o Rinzo sería practicamente lo mismo.
Recordó su teoría sobre el malvado plan de las compañias de higiene dental sobre reciclar pasta de dientes usada y de que todas las pastas sean iguales, y se sintió orgulloso y estafado.
Se dió cuenta de que orgullo y desilusión eran una extraña combinación, y más tarde dejó de pensar en eso.

Luego de escupir los restos de pasta de dientes en el lavatorio y enjuagarlos con agua, se fué a su pieza.
Abrió el closet y sacó su polerón y parka.
Abrió su cajón y sacó una bufanda, un par de guantes negros con olor a metro y su sombrero de lana.
Observó el sombrero y se preguntó por qué no se le podía denominar gorro.
Luego recordó que producía sombra, se sintió algo tonto y luego olvidó que reflexionaba sobre eso.
Se puso las prendas mencionadas y se apresuró a despedirse de su madre.

Su madre emitió sonidos desde su garganta, los cuales modificó, interrumpiendolos y entonandolos, para hacerlos sonar como un codigo que su cerebro pudiera decodificar.
Su cerebro tradujo estos sonidos a su mente y le hizo saber que su madre estaba molesta porque su hermano chico no llegaría a tiempo a la escuela por su culpa.
Emitiendo más sonidos (cada vez más intensos, incluso algunos sonnando como ladridos, chillidos y bramidos), su madre le hizo saber que ella pensabe que toda la culpa era de él.
Su cerebro gatilló un interruptor que cortó la traduccion de dichos sonidos y estos llegaron a ser para él... bueno... simples sonidos.

Bajó las escaleras, abrió la puerta y se subió a la camioneta de su padre.
Descubrió que esta olía a aceite de motor, cigarros fuertes y a nata de piel.
Desconectó sus sensores un rato y comenzó a darse cuenta de que no sentía el suelo de la camioneta.
Vió cómo un ser con forma de humano, fusionado con felino, corría por encima de los autos, entre los árboles y sobre los techos de las casas.
Recordó luego que era su invención, y se rió.
Consideró la posibilidad de estar volviendo a ser niño.
Luego lo atacó la idea de ser retrasado mental, y se sintió abrumado.

Sintió la tapa de su cabeza abrirse como la concha de una ostra y se dió cuenta de que su cerebro dejaba salir una especie de eter que escapaba por la ventana y viajaba hacia el oeste.
Consideró la posibilidad de estar loco y se dejó llevar.

martes, 10 de junio de 2008

Cachimba vá y vuela alto

Jajajaja! que idiotez de titulo! hace cuanto no se me ocurria algo así?
No se que me tiene así, les describo: don Blanc y su afeminado compadre explicando hueas que no entiendoles, aire enviciado y enrarecido de Crisol, la Ale mostrandome los curriculum de los profes, yo melancolizandome con posts viejos, pensando, pensando, sintiendo, sintiendo...

Puta la hueá, si hasta me parece hilarante la situación! Como que ya todo carece de orden, siento que estoy viviendo en como tres epocas distintas, fantaseo demasiado, la falta de sueño me hunde... no se. Nada tiene sentido. Ya me siento como hundido, todo piere pies y cabeza...

Como hará la gente cuando se droga? Qué peor puede ser que la perdida total de conciendia de un ser sobrio? ya no entiendo nada. Tengo como un pegoteo compilado de todos los posts anteriores. Escribo por inercia. Hablo hueás como electrónico.

No entiendo. Que me queda?