domingo, 26 de octubre de 2008

50 pesos, una rosa y el clavel.

"La gente paga para ver el talento de otros, quizas para aliviar un complejo de carencia de este. La gente le corre la cara a la verdad de otros, quizas porque abre las heridas de culpa ante las propias. Si se quiere vivir, prece que hay que tener talento para decir la verdad"

Me subo a la micro y me encuentro a una señora que, luego de cinco minutos de recitar canciones de Violeta y Victor cual si fueran poemas, comienza a sermonear a los pasajeros sobre el estado, el dinero mal direccionado, los criminales y la política actual. Luego de otros cinco minutos de esto, se despide en mapudungún y procede a pedir la colaboracion de su "publico", argumentando que es solo una forma de ayudarle, y que para ella es igual de bueno que alguien le de la mano y le desee un buen viaje y salud para sus hijos. Alcanzo una moneda de cincuenta pesos en mi bolsillo y la dejo caer en su taza de café que hace las veces de monedero, y le digo "igual le deseo buen viaje y salud". Me responde con una sonrisa de dientes chuecos y un "gracias hermoso, lo mismo para usted". La miro saltar de la puerta trasera del vehículo hacia afuera, y luego este se pone una vez más en marcha. El resto del camino me alcanza para darme cuenta de que bien puede ser que me esté engañando para sacarme el dinero o bien puede estar pidiendo una colaboración. 50 pesos de menos a la semana, ¿qué me cuesta? nada. Pero realmente nunca he visto que alguien converse con esa gente. ¿Qué piensan? ¿Como será subirse a una micro para ganarse la vida? Uno que va sentado comodamente (o por lo menos a la maxima comodidad alcanzable desde el asiento de una micro) nunca se da el leve trabajo de pensar en la cabeza de otro.

¿Qué piensas tú?

lunes, 20 de octubre de 2008

Stillness in time

A eso huele

domingo, 12 de octubre de 2008

Algo así como Tal Vez?

La incertidumbre.

A pesar de volver todo esto en un infierno donde las dudas queman hasta lo mas profundo de nuestras entrañas, no habria dudas que responder ni asunto al que atribuirle tamaña cualidad si no fuera por ello. Pero la quietud y la sensacion de estar engomado al piso, echando raices a mitad de camino (y sin saber siquiera si este es el camino correcto e, iuncluso, si somos efectivamente dos quienes lo caminamos) no fuede dejar de estropearme los animos. Despues de todo, soy solo un ser humano. Debo confesar que jamas he sido bueno desenvolviendo los nudos del hilo que deberia guiarme fuera del laberinto este, sino todo lo contrario: termino enredandome más y más con el hasta quedar atrapado. Y no por lo que la mayoria caería; no, no soy de esos que intentan tan fuerte desenredar la hebra que terminan rompiendola. Soy mas bien de esos que, por el contrario, se dejan llevar tanto por la maravilla de este camino que muchas veces, abordado por la ilusion, termino siguiendolo en el sentido opuesto.

Soy un tipejo torpe y deslumbrado, ¿qué puedo decir? no puedo dejar de sonreir al darme cuenta que, normalmente me describiría tan vulgarmente como "un hueón pavo", con la esperanza infantil de que, sabiendo que es posible que leas este fragmento, sepas que me refiero a ti.

jueves, 2 de octubre de 2008

Me gustaria tener el don de dibujar una emoción. A veces no se puede. Quizás es demasiado para mis capacidades...