De gustar y de dejar.

NO deberia estar escribiendo. Dejemos eso claro. Me acaba de ir como la real mierda (real de realeza) en taller y deberia estar aplicando toda mi humanidad al trabajo. Y ultimamente me ha ido como la real mierda en todo aspecto, pero la verdad es que ya se me esta empezando a ir la sinapsis, las ganas y el "encantamiento". Con esto de las tareas y con el credo de vida que vengo acarreando desde niño como una enorme roca amarrada a la cintura.

Estoy enfermo de hacer oidos sordos a esa peculiarmente egoista forma de razonar, esa de que al final la vida es por nosotros primero siempre. Pero, maldita sea, no puedo dejar de negarlo más. La huevá ES así; de que las cosas no van a salir siempre bien al final, de que la gente buena realmente existe, de que nuestro juicio es correcto y de esperar que todos conserven su inocencia. Estoy enfermo de confiar en lo bonito y en esperar la misma reaccion de la gente. Por mucho que piense que el mundo es bondadoso, el resto no tiene por quepensarlo asi. Y esa simple razon basta para que se vaya todo abajo. Lamentablemente son tiempos de sobrevivir a una hambruna y sed insaciable de verdadero cariño, y que siempre estuvo pero que no quisimos aceptar.

Por egoista que sea, es asi. Y puta madre que duele pero es asi. Esta bueno que me vaya poniendo los pantalones y deje de tener esperanzas huevonas y sin fundamento de que algun dia todo va a ser mejor porque ese estado solo me lo armo yo y es efimero, y al final nunca va a tener más valor del que tuvo cuando fué.

Niños: el viejo pascuero no existe, y el conejo de pascua tampoco.

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Y, y capaz que tro dia escriba algo contradiciendo esto, pero no va a dejar de ser cierto solo porque a veces mire hacia otro lado. Ojala no lo fuera...