viernes, 30 de marzo de 2007

Trazo

No creo en las coincidencias.




Es ilógico pensar que cosas tan hermosas y horribles que suceden día a día en el mundo sean producto del azar. Pero tampoco creo que nuestro destino esté escrito. Solía pensar que el de arriba era un gran dibujante muy bueno para improvisar, pero la verdad me he ido dando cuenta que de ser así, nuestras vidas serían las lineas que traza y nosotros los lápices, y eso significaría que estaríamos igual bajo su mando. No tendríamos voluntad propia, no seríamos humanos.




Por eso he llegado a pensar distinto. Si somos lápices, somos lápices con patas, que trazamos nuestro propio destino por donde nos dé la gana, aunque aveces pasemos por encima del dibujo de otro. Pequeños artistas en crecimiento creando una obra lo más genial posible para nosotros mismos, y también tratando (los menos egoíastas) de hacerla agradable para quienes más queremos.




En fin.. fué un pensamiento que cruzó mi mente y que sentí la necesidad de escribir.




Y dibujar, asi que ahí vamos.



1 comentario:

dani dijo...

Mmm, lápices con patas. Igual me gusta la expresión. Lápices autónomos, independientes.

podrías verlo así tb: nuestra mente, la mano del dibujante, el lápiz, nuestras acciones, el dibujo: el resultado de nuestra vida.

estoy de acuerdo. no creo que algo nos esté rigiendo, no tendría mayor sentido