viernes, 12 de septiembre de 2008

Triple backflip: acrobacias de un organo vital con ventrículos

Parece una luz que se desplaza de esquina a esquina dentro de algo que al principio pensamos es el cuerpo. Basta una pequeña mirada, asomarse solo un poco, para saber que esa cosa incierta -que ahora creemos ver con nuestros propios ojos-, está dando botes dentro de nuestro universo interno, nebuloso y fantasmal; y esta se pierde dentro como una pequeña criatura que juega a esconderse, emitiendo risas tímidas que resuenan mil veces en los eternos rincones y llevando consigo una pequeña lámpara que resplandece con ilusiones y (quizás) promesas de un futuro incierto.

El tiempo, relativo; la realidad, variable; el futuro, incierto; la gente... no, las personas... no, la persona, un misterio.

Cuando hablo de "tú", a ti me refiero.

Tratar de entender lo que sucede en una realidad variable, en un tiempo relativo, con una persona misteriosa (aún mas misteriosa que el misterio innato de simplemente ser un individuo), y sin conocer un futuro, es algo que no tiene sentido ni logica. Quererlo, querer vivirlo y sentirlo es algo que carece de argumentos razonables. Entonces, ¿por qué se quiere, por que se vive y por que se siente?

Un sabor amargo me llena la boca. Un nudo en la garganta. Es dificil curar las cicatrices rasgadas de un gran finale. Porque se pierde parte de la inocencia de uno mismo, el mundo se vuelve frio, nos hacemos más concientes y menos soñadores. Nos volvemos cobardes, y nos encerramos cada vez más adentro, aclanzamos más profundo dentro del cascarón de la inflexible "verdad". Doy todo por terminado, me he rendido un millon de veces.

Rendirse. O no intentar. La Verdad. Tragedia. Es un dogma que puede aniquilar a una persona. Hemos sido aniquilados por lo que creemos Verdad. El "no más". La cobardía del corazón abatido. La realidad del modo seguro de vivir. Sin sentir. Solo calcular.

Domina la lógica de pensamiento. La frustración se abre paso en mi mente y todo se vuelve nebuloso. Nuevamente aparece un pequeño farolero, un recien llegado a este espacio en mi interior, riendose de mi intrincada revelación humana de afectos desmedidos, incontrolables, llevando todas las respuestas a ellos dentro de su pequeño aparato. De pronto el recien llegado se da vuelta. Esa cara me parece inquietantemente familiar. O es que la conozco pero me cuesta creerlo. Quizas, incluso, quiero creerlo pero lo temo. Es la cara de un recien llegado. Si, definitivamente quiero creerlo.

No hay explicación, esa es la respuesta. Buscarla seria perder el tiempo (acudiendo en el caso a su calidad de relativo, y usualmente acelerandose desmedidamente cuando menos se le requiere) que se tiene para sentir. La frustración no es una opción; ya muchas veces ha entrado en mis musculos para debilitarlos y hacerme caer del camino a los cumulos nimbos.

No, no me abatirá. Si he de caer denuevo al derrumbe de un puente de miradas con asombro e ilusiones, esta vez será un golpe devastador. ¿Y qué?

Daré ocho vueltas de carnero, un triple backflip 1080° y un giro doble revertido en picada sin manos antes de reventarme contra el piso.

¿Brutal?

Bueno, cuando mire esos yesos, sienta esas contusiones, los huesos quebrados, las fracturas externas y sienta el olor de la siguiente dosis de morfina, los miraré, sentire y oleré con risas (a mis adentros, al menos, si no se me destruye la mandíbula), pues serán buenos recordatorios de que una vez mas, al parecer, le metí un ojo a ese farolito.

Y bueno, en caso de que llegue a oler a formalina, tendre recuerdos de un final dramático para mi vida. De todas formas, mejor que vivir hasta viejo sin vivir la vida en realidad.

He dicho.

1 comentario:

Amelia dijo...

A veces centrarnos en la frustración es uno de los peores caminos que podemos tomar... ¿ y por qué no decir error? Es que los "errores" son parte del diario caminar dentro de las opciones. Muchas veces, todos hemos caído, incluso sin dar innumerables giros antes de hacerlo, sin duda, duele... peor es sentir que no fue así y que te vuelves inmune al sufrimiento; ese que nos devuelve entonces el estado de "humano-vivo".
Gran ser subacuático haces que se lea como un círuclo vicioso, siendo que puede que esta vida esté llena de concentrismos, en uno mismo está esa "ruptura de la burbuja", y creeme que tienes mucho más que para darte por vencido en un hoy tan impreciso.
Más que pensar, lo interesante de todo esto es vivir... sí, suena alejado de todo cuestionamiento, pero al final es vivir los hechos y entender que no todos tienen razón de ser.
Pirigüin! Saludos infinitos desde mi anémona anónima :)